En mi familia no hay antecedentes sobre el arte: ni ejemplos ni tradición. Fui el de enmedio de los tres hijos, gordo, silencioso y también, risueño. La visión paterna exigía ser "hombre de provecho".
En ese tiempo me llamaban la atención solamente las grecas y los lápices de colores. Ni precocidad ni vocación a la vista. Mis dibujos infantiles no representaban cosas reales; eran sólo copias de otros dibujos, o ilustraciones.
Registros aproximados nada más.
Terminada la secundaria y un año de comercio, entré a trabajar a la empresa de mis tíos como empleado común y sin privilegios. Sin mayores aspiraciones cursé una adolescencia anodina y sin sobresaltos. Aunque no me distinguí como estudiante, sí me quedó el gusto por la compañía de la lectura. Julio Verne despertó mi fantasía, promediado con los personajes de Germán Butze (Los Supersabios).
Visualmente, no me perdía los episodios del Tarzán de Hogart, dibujante. También Doc. Savage. Más tarde ya vendrían las lecturas de Baudelaire, Jardiel Poncela, Papini, Camus. Y más adelante, la Ciencia Ficción.
2 comentarios:
Te recuerdo como mi primer amor (de 1952 a 1955) y conocerte cambio el rumbo de mi vida. Has perdurado en mi corazon siempre. Gracias, Angel, por un pedazo de tu ser que me regalaste --es una joya en mi corona.
Me recuerdas?
Hola Guapo...! como es que te paras y te pones la mano en la cintura igual que yo...?
El blog esta genial, para descubrirlo de a poco y disfrutarlo mucho.
Canelita
Jun 01, 09
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